En la oscuridad de la noche no puedes verles, pero se escuchan sus pasos, y tres mil personas caminando por la montaña hacen bastante ruido. De lejos suena como un murmullo. Y solo cuando se acercan puedes distinguir los sonidos. Pasos decididos de personas jóvenes. Pasitos cortos y rápidos de niños que intentan seguir a sus padres. Pasos lentos de ancianos o enfermos que arrastran los pies.
Muchos van cogidos de la mano para no perderse. Salieron juntos y así quieren llegar. Adonde quiera que sea. Tropiezan, caen y se levantan sin quejarse. Son especialistas en sobrevivir: vienen desde países en guerra, arriesgaron la vida en el mar, y han cruzado todas las fronteras interiores de Europa hasta llegar a Eslovenia.
(En estas imágenes, el ejército esloveno escolta al grupo de refugiados hasta un centro de identificación en Brezice, cerca de la frontera con Croacia).